Un mito que habla de una criatura devora humanos, que solo sus víctimas han podido presenciar con sus propios ojos, se cree que es un humanoide muy alto que deambula desnudo, de largos dedos huesudos y afilados con forma de garras, un rostro terrorífico con ojos lechosos, enormes dientes que terminan en punta.
Una atemorizante criatura con la habilidad de volar y cambiar su tamaño, según la estatura de sus víctimas.
El wendigo conserva algunos remates de cabello en su cabeza, en algunas leyendas posee cuernos como un alce, su piel es dura como una coraza y se cree que solo el fuego es capaz de hacerlo retroceder.
Habita cerca de los grandes lagos, entre Estados Unidos y Canadá, de hábitos nocturnos, se cree que recurre a su voz para atraer a sus víctimas, estas, extasiadas por su reclamo, se adentran en la profundidad de los bosques para posteriormente ser brutalmente devoradas.
Se dice que este ser juega con sus víctimas antes de darles un trágico final, revela su presencia para perseguirlas cuando estas intentan escapar y al cabo de unos metros las eleva por los aires y las devora.
Se dice que son muy rápidos y sus características físicas hacen que tengan pocas limitaciones, su visión se basa en el movimiento con lo que las leyendas rezan que, si te quedas completamente quieto, es posible que el wendigo te ignore.
Las tribus de la zona, sostienen la creencia que cualquier humano puede volverse un wendigo, solo basta con probar la carne humana ya sea por curiosidad o necesidad para más temprano que tarde convertirse en este infernal ser.
Durante los duros inviernos de Norteamérica era habitual una temporada de hambruna y extrema necesidad. Para evitar recurrir al canibalismo, las tribus narraban la historia del wendigo a modo de advertencia. En cambio, estaba mucho mejor visto el suicidio, o incluso la inanición, que tener que recurrir a la atrocidad de comer la carne de alguno de sus parientes.
Estos wendigos, son criaturas voraces, insaciable y proclives al desenfreno gastronómico, no importa cuánto coman, nunca logran alcanzar un estado de satisfacción. Nada puede desviarlo de su deseo atroz por comer carne humana.
Entre los relatos que recogen referencias al wendigo, pervive uno muy famoso, que se sitúa en el año 1878
Cuenta la historia de un nativo americano que fue expulsado de la tribu donde vivía, por lo que tuvo que adentrarse en el bosque y buscar refugio junto con toda a su familia. Pasado el tiempo, este hombre llegó a una ciudad cercana, demacrado y desesperado. Al parecer, su familia había muerto de inanición.
Los habitantes de la ciudad temerosos no le creyeron, y llamaron a las autoridades para esclarecer el caso. Finalmente, el hombre tuvo que guiar a la policía hasta la cabaña donde había estado viviendo con su familia.
En el lugar, encontraron un espectáculo macabro, los restos de su mujer e hijos estaban esparcidos por el suelo, y los cadáveres habían sido parcialmente devorados y despedazados.
El padre de familia fue condenado a morir en la horca; antes de morir, se defendió afirmando que un wendigo lo había poseído, obligándolo a matar y devorar brutalmente a su familia.