Cuenta la leyenda que en Velké Losiny, Praga entre los siglos XVI y XVII durante la Inquisición, tuvo lugar la mayor cacería de brujas en la historia.
El máximo inquisidor del pueblo, torturaba de una manera tan brutal a las víctimas, que después de esto, ellas confesaban ser brujas y esconderse en “Las Rocas de Pedro”, un lugar apartado en las montañas de Jeseníky. También confesaban haber organizado aquelarres, volando en escobas, insultando el cristianismo al pisotear las hostias y fornicando con mil demonios.
En ese tiempo una mujer llamada Marina Schunová que era indigente, robó una hostia de la iglesia local durante una misa porque la hierbera del pueblo le aseguro que esta tendría propiedades milagrosas y eso curaría a una vaca que no daba leche.
Para su mala suerte La condesa “Angelia de Galle” presencio el crimen e informó de esto al máximo inquisidor, este hombre la torturo aplastando sus dedos, al aplicarle la bota malaya hasta que logro que confesará su crimen.
Se dice que la primera mujer acusada de ser una bruja fue Marie Sattlerová; durante la tortura acusó a muchas otras personas, a su marido, su hija, una mujer llamada Marie Peschková y el cura Kryštof Alois Lautner.
Sattlerová y su hija confesaron, pero el inquisidor tuvo grandes problemas con Marie Peschková porque no quería confesar.
Al final, todos los acusados junto con la mendiga Marina Schunová y otras muchas mujeres aconsejadas por la hierbera del pueblo fueron puestas en la hoguera después de confesar; se dice que en esta cacería murieron más de 80 personas, lo que llevó a la hierbera, a señalar a los miembros del tribunal; después de esto fue encontrada en su calabozo muerta porque, como decían los miembros, “el diablo la castigó”.
El cura Kryštof es la víctima más famosa, fue un hombre inteligente y razonable, desde el principio estuvo en contra de la caza y por eso el inquisidor quería eliminarlo. El nombre del cura se menciona en la mayoría de los testimonios y por eso fue arrestado. Pasó mucho tiempo en prisión y después de muchos días de tortura confesó y fue quemado en la ciudad de Mohelnice.
Otra personalidad interesante es Jindřich Peschke, marido de la condenada Marie Peschková. Peschke, quien fue un ciudadano rico que producía telas. Para el tribunal Peschke fue un adversario muy fuerte, fue torturado de todos los modos posibles, pero nunca lograron que confesara.
El inquisidor ante esto, no pudo hacer nada, mencionó a Peschke como “Malus homo” y “Magnus magus”. Después de 12 años Peschke murió en la prisión y fue la última víctima de la caza de brujas en Šumperk. La familia de Peschke se endeudó por los gastos derivados del juicio y el miembro del tribunal František Ferdinand Gaup compró su casa a un precio muy bajo.
De aquí surge la noche de la quema de brujas en la República Checa y se dice que durante esta noche 30 abril a 1 mayo, las brujas vagan por todos los pueblos y celebran sus aquelarres, esta idea pasó de generación en generación hasta convertirse en una festividad. Entonces este día, todo el país prende hogueras para quemar brujas de trapo y paja para demostrar que no les tienen miedo.
Las mujeres y niñas suelen bailar alrededor del fuego. Todos se visten con ropa obscura y vieja para simular a las temidas hechiceras. Algunos hombres brincan encima de la fogata para demostrar su valentía ante las brujas. La noche de San Felipe y de Santiago hoy en día, a pesar de su sangriento y oscuro pasado, se ha vuelto una velada que gusta a todos.
También es una fiesta de purificación y de la celebración del renacer de la tierra y la vida que ésta proporcionaba, donde el fuego actuaba como elemento protector.
A diferencia de los aquelarres organizados por las brujas, es una noche de música, cantos, bailes, asado de carne y salchichas; una noche para brindar con cerveza y sobre todo, es una noche para reír y celebrar, para dejar atrás lo que duele y mirar al futuro con energías renovadas.
Así que, si planeas ir a conocer Praga, ponte muy atento y lleva contigo tu amuleto, podrías cruzarte con la mirada de alguna malvada bruja en la calle.