Los lugares suelen impregnarse las energías de quienes los habitan, o sufren alguna tragedia, así apresando las almas de la gente y muchas veces quedando marcados, reviviendo una y otra vez los sucesos que un día tuvieron lugar en ellos.
Durante el período Namboku en Japón, este lugar era un campo de batalla, así como un lugar de muerte debido a las sangrientas ejecuciones de personas, por lo tanto, es normal que la gente lo consideren un lugar maldito.
Construido en 1927, el túnel Kiyotaki tiene 444 metros de largo, se sabe que el número 4 es considerado maldito por algunas culturas orientales; este sitio emana una atmósfera espeluznante que llama a lo paranormal, realzado por la oscuridad del lugar, las tenues luces amarillas y sus frías paredes cubiertas de musgo.
Este túnel se encuentra el Kyoto, Japón y según cuenta la leyenda está poseído por las almas de los miles de guerreros que fallecieron en batalla, así también como las almas de obreros que fueron explotados mientras se llevaba a cabo la construcción de este túnel y encontraron su trágico final, siendo el mismo lugar su tumba eterna.
Los habitantes que circundan este excéntrico lugar, cuentan que, por las noches en el interior del túnel, se pueden observar a las almas en pena y al pasar con un automóvil estas se introducen en el como si de pasajeros se tratara, asustando a los conductores y causando graves accidentes mortales.
Sin embargo, los informes sobre avistamientos sobrenaturales en la zona comenzaron a ser más notorios después del suicidio de una chica, cometido a finales de los años 90.
Los restos de esta joven fueron encontrados en 1998 colgando por el cuello cerca de la entrada del túnel, así incrementado el número de almas condenadas y desencadenando con gran intensidad la actividad paranormal que se vive en este siniestro lugar.
A partir de entonces las apariciones de fantasmas que rodean este sitio, empezaron a circular, siendo cientos de personas que afirman haber visto mujeres, hombres, viejos y jóvenes, algunos de estos lloran, otros se encuentran enfadados por su trágico e injusto final.
Algunas de estas entidades son totalmente visibles y otros sólo se hacen escuchan entre crudos lamentos como si salieran de las piedras que conforman las paredes del túnel.
Los conductores que transitan y conocen la zona, se ven obligados a esperar a que la luz del semáforo se torne de color verde para así, poder cruzar el túnel sin tener que parar y verse en la necesidad de interactuar con las almas que se encuentran penando por el camino.
En Japón, la creencia está tan profundamente arraigada y los avistamientos son tan comunes, que se pueden ver filas de coches parados a un lado de la carretera y a la gente con cara de preocupación esperando con impaciencia para cruzar y acabar lo más rápido posible la experiencia aun estando en verde el semáforo.
Así mismo reza la leyenda que, si alguien ve uno de estos espíritus por medio de uno de los espejos instalado dentro del automóvil, esta sufrirá una muerte trágica y horrible.
Si visitas este lugar y no tienes conocimiento de la leyenda, sin duda más de un fantasma puede abordar tu automóvil, asustándote a ti y a tus acompañantes, pudiendo provocar un accidente fatal.
¿Te atreverías a mirar por medio de un espejo a alguno de estos fantasmas?