La enfermería es la noble ciencia dedica al cuidado y atención de enfermos y heridos, forma parte de las conocidas como ciencias de la salud y a pesar de que estos profesionales no toman el juramento hipocrático, pueden hacer promesas alineadas de manera similar como parte de su ceremonia de graduación.
En este punto, es donde no preguntamos, ¿hasta que limite puede llegar una mente retorcida?, sobre todo si pone los conocimientos de esta ciencia al servicio del mal.
Niels Högel de nacionalidad alemana, nació y se crio en la ciudad costera de Wilhelmshaven el 30 de diciembre de 1976. Tanto su abuela como su padre trabajaban como enfermeros, este último empleado en el Hospital Sankt-Willehad, perteneciente a la misma ciudad.
Según Högel, tuvo una infancia protegida y no estuvo expuesto a la violencia en el hogar, lo que le permitió completar su formación profesional en 1997 en el mismo hospital donde trabajó su padre; se casó en 2004 y tuvo una hija.
A partir de 1999 fue empleado en la Clínica Oldenburg, estacionado en la unidad de cuidados intensivos de cirugía cardíaca, 2 años más tarde fue cuando las alertas comenzaron a sonar; los médicos y enfermeros del lugar, celebraron una reunión para discutir un pico inusual tanto en reanimaciones como en muertes que se estaban registrando el hospital y se descubrió que el 58% de estos incidentes ocurrieron mientras Högel estaba en turno.
Después de la reunión, se declaró enfermo durante tres semanas; durante ese tiempo, sólo dos pacientes en la sala habían muerto, significativamente menos que antes de su licencia por enfermedad.
Bajo sospechas no confirmadas y la presión del médico jefe de la unidad de cuidados intensivos, Högel fue trasladado a la sala de anestesiología y fue ahí donde el médico en jefe de esta sala comenzó a sospechar que este sujeto, se encontraba presente con mucha frecuencia en situaciones de emergencia.
En septiembre de 2002, el médico en jefe de la Clínica Oldenburg se enfrentó a Högel después de que varios pacientes bajo su cuidado fueran encontrados en condiciones potencialmente mortales por razones aparentemente inexplicables; se sugirió que renunciara a su puesto en la clínica y continuara recibiendo el salario completo durante otros tres meses, o que lo transfiriera a la unidad de logística, donde ayudaría a trasladar a los pacientes por el hospital.
En diciembre de 2002 y con una carta de referencia emitida por el Director de Enfermería de la Clínica de Oldenburg; fue trasladó a la Clínica Delmenhorst , donde las emergencias y muertes, principalmente debido a arritmias o disminuciones repentinas de la presión arterial, comenzaron a aumentar mientras Högel estaba en servicio.
Esta situación continuó hasta 2005, año en que sus colegas lo sorprendieron manipulando intencionalmente la bomba de jeringas para administrar ajmalina de manera incorrecta a un paciente, lo que llevó a la policía de Delmenhorst a abrir una investigación sobre el incidente, situación que dio pie a que varios de sus compañeros se adelantaran para expresar sus sospechas de que él estaba detrás de numerosas complicaciones y muertes inexplicables.
La extensa investigación policial que siguió a estas acusaciones, examinó todas las muertes en el hospital entre los años 2003 y 2005, revelando que 73% de las muertes podrían estar relacionadas con el horario de trabajo de Högel.
Estos hallazgos se enviaron posteriormente a la oficina del fiscal de distrito de Oldenburg y en diciembre del siguiente año, el tribunal regional alemán condenó a Högel a cinco años de prisión y una prohibición de empleo de igual duración por intento de homicidio voluntario; Un demandante conjunto apeló el veredicto y posteriormente un tribunal superior lo revocó, llevando el caso a dictar sentencias hasta 2008 donde Högel recibió una sentencia de prisión de siete años y medio, así como una prohibición de empleo de por vida.
Desde enero de 2014 en adelante, la oficina del fiscal de distrito de Oldenburg inició otra investigación sobre los incidentes en la Clínica Delmenhorst, Högel fue acusado de tres cargos de asesinato y dos cargos de intento de asesinato; la muerte del paciente se debió a que le habían administrado noventa inyecciones no autorizadas.
Después de confesar los cargos, Högel declaró que había cometido treinta asesinatos más, y que sesenta pacientes fueron resucitados con éxito.
El 28 de febrero de 2015 condenaron a Högel a cadena perpetua y la sentencia se convirtió en definitiva en marzo de ese mismo año, los fiscales afirman que Högel mostró indicios de que podría tener el síndrome de Munchausen; se trata de una forma de abuso infantil en la que los cuidadores inducen deliberadamente o inventan enfermedades en los niños para llamar la atención ya que el actuó por aburrimiento y el deseo de mostrar sus habilidades de reanimación.
En medio de la creciente sospecha que podría ser responsable de más muertes, la policía inició una investigación, tras la cual se identificaron 200 muertes sospechosas, la comisión especial “Kardio” examinó más muertes durante el mandato de Högel como enfermero en varios lugares de trabajo.
Un total de 134 cadáveres en Alemania, Polonia y Turquía fueron exhumados y sometidos a autopsia, los cuerpos exhumados se encontraban distribuidos en 67 cementerios diferentes, en muchos casos, la descomposición había avanzado demasiado para poder detectar cualquier rastro de medicación y 101 pacientes que murieron en Delmenhorst no pudieron ser sometidos a autopsia, ya que sus restos habían sido incinerados.
Las autopsias de los cuerpos revelaron rastros de medicación cardíaca y en noviembre de 2016, las autoridades dijeron que pudieron probar 37 homicidios atribuidos a Högel en Delmenhorst; Según una declaración de agosto de 2017 del director de la comisión especial de “Kardio”, el Oldenburg y los homicidios de Delmenhorst fueron sólo la punta del iceberg”.
Como Högel había sido condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional en ese momento, nuevos casos judiciales no alterarían la sentencia, pero lo declararían inocente o culpable de otros cargos.
El 28 de agosto de 2017, la policía anunció que había llegado a la conclusión de que Högel era responsable de la muerte de al menos 90 pacientes, incluidos 6 por los que ya había sido condenado. Högel admitió un número no revelado de muertes, pero en la mayoría de los casos no pudo recordar detalles específicos, aunque no negó ser posible responsable.
En noviembre de 2017, el número total de víctimas atribuidas a Högel fue revisado y aumentado a 106, con algunas muertes sospechosas aún bajo investigación. En 2018, los fiscales alemanes acusaron a Högel del asesinato de 97 pacientes y anunciaron su intención de presentar cargos contra otros miembros del personal del hospital que no actuaron.
2019, a sus 42 años, Niels Högel ha sido sentenciado a cadena perpetua tras ser condenado oficialmente por 85 asesinatos cometidos entre los años 2000 y 2005, su modus operandi, siempre fue el mismo, las víctimas tenían entre 34 y 96 años y las elegía de forma arbitraria.
Actualmente se cree que la cifra real de asesinados podría alcanzar los 300.
Déjanos en los comentarios, si tú te atreverías a quedar bajo el cuidado de este monstruo.
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