En 1997, un hombre llamado Mel Waters estaba trabajando en su rancho en Washington cuando hizo un descubrimiento que cambiaría su vida para siempre.

Mientras limpiaba una zona de su propiedad, encontró un agujero de aproximadamente de 3 metros de diámetro. El agujero era tan profundo que no se podía ver el fondo, incluso con una linterna.

Mel estaba intrigado por el agujero y decidió investigarlo. Tiró un cubo de metal y una televisión de tubo por el agujero, pero no escuchó ningún sonido al llegar al fondo. También probó bajando un hilo de pescar con un caramelo atado al principio de la línea, pero el caramelo regresó intacto después de 80 metros.

Mel estaba convencido de que el agujero no tenía fondo y decidió compartir su descubrimiento con el mundo.

Ese mismo año, fue entrevistado por el programa de radio estadounidense “Coast to Coast AM”. La entrevista se volvió viral y el agujero de Mel se convirtió en un tema de conversación nacional.

El gobierno de los Estados Unidos se interesó rápidamente en el agujero. Envió a un equipo de investigadores a la propiedad de Mel, pero sus hallazgos fueron contradictorios. Algunos investigadores creían que el agujero era un fenómeno natural, mientras que otros creían que era algo más siniestro.