La locura se apoderó de los habitantes de Barbados. El gobernador, Stapleton Cotton, en un acto de desesperación, selló la cripta con yeso y piedras, dejando un rastro indeleble de su presencia.

Meses después, al abrir la cripta, el terror se apoderó de los presentes: los ataúdes estaban de nuevo revueltos, desafiando toda lógica. Un misterio sin explicación y una afrenta a la razón.

Testimonios escalofriantes relataron gemidos, rugidos y movimientos dentro de la cripta. Un caballo, aterrorizado, se rehusaba a acercarse, confirmando la presencia de una fuerza malévola.

La fama de la cripta de los Chase llegó a oídos de Arthur Conan Doyle, el maestro del misterio, quien atribuyó el fenómeno a la descomposición ralentizada por los ataúdes de plomo, condenando a las almas a una eterna rebelión.

Los ataúdes de la familia Chase fueron finalmente trasladados, pero la cripta permanece en pie quedando como un monumento al terror y un enigma sin resolver. Sin duda un lugar que invita a los más valientes a desafiar lo desconocido y descubrir la verdad.

La cripta de los Chase es un portal a lo desconocido, donde la cordura se tambalea y la oscuridad lo envuelve todo. ¿Te atreves a entrar?

Suscríbete a nuestro canal y activa la campanita para que te avisemos de nuevo contenido