podemos estar seguros, es que las películas de ciencia ficción intentan mostrar un adelanto de lo que en el futuro nos aguarda; pero puede que ese futuro, comience aquí y ahora.
Como si se tratara del preámbulo de una película, el experto en TI y denominado “hacker” Gary McKinnon afirmó en una entrevista con RichPlanet TV que, durante su incursión en el sistema de computadoras de la NASA, encontró información perturbadora y oculta por el gobierno de los Estados Unidos, dicha información desvela la existencia de ovnis y vida extraterrestre.
Gary McKinnon, de nacionalidad escocesa, nació en febrero de 1966; es el hacker más famoso y temido de los Estados Unidos y es conocido con el sobrenombre de ‘Solo’, ya que todas sus incursiones informáticas las llevo a cabo en solitario desde la comodidad de su casa.
Al principio, solo era un aficionado a la computación el cual tuvo su primer ordenador a los 14 años, con el paso del tiempo adquirió los conocimientos necesarios para convertirse en administrador de redes, pero a los 17 dejó el colegio y comenzó a trabajar en una peluquería.
Todo cambió a mediados de la década de los 90’s, cuando se metió de lleno en la tecnología y gracias a sus conocimientos, en 2001 empezó a introducirse en complejos sistemas militares, para ello usaba un “script Perl” que buscaba contraseñas que tuvieran cero caracteres, es decir, ordenadores en los que la contraseña por defecto no había sido cambiada.
Usando este método, logró burlar la seguridad de la red de la NASA, el pentágono y las redes de la marina y el ejército de los Estados Unidos, asaltando así 97 computadoras.
McKinnon asegura haber encontrado copiosa información “oficial” sobre diferentes civilizaciones que existen actualmente en la tierra, seres espaciales y tecnologías extraterrestres empleadas por el gobierno estadounidense; entre esta información, dijo que halló evidencia de colaboración extraterrestre con el gobierno de los Estados Unidos; encontró un documento en Excel, titulado como: “oficiales no terrestres” y esta hoja de cálculo contenía los rangos y nombres de los individuos; además otras hojas que tenía tablas donde se plasmaban transferencias de material y personal entre flotas de aproximadamente 8 a 10 “naves”.
Cientos de documentos sobre ovnis capturados a los cuales se les realizó ingeniería inversa para así obtener descubrimientos sobre los cuales se basan muchos adelantos de hoy, así mismo descubrió que la NASA recibe fotografías satelitales de ovnis de todo el mundo casi a diario; vio una foto de una gran nave espacial con forma de cigarro y documentos que afirman que los militares norteamericanos han conseguido fabricar un sistema de propulsión antigravedad utilizando material recobrado de naves extraterrestres.
Este último descubrimiento lo mantienen oculto porque su utilización plantea la posibilidad de que la energía fuese gratuita y se acabe con la dependencia del petróleo y otros combustibles que rigen la economía actual.
Cuando McKinnon buscó los nombres de las naves listadas donde figuraban el USSS LeMay y el USSS Hillenkoetter, no pudo encontrar ningún documento a nivel público que hiciera alguna mención de estos, hecho que reforzó sus sospechas de que forman parte de una iniciativa encubierta posiblemente no terrestre, fraguada por el gobierno estadounidense.
McKinnon logró acceder a esos documentos secretos a través de un programa llamado Landsearch, en el cual, luego de haber obtenido el control de cada red, pudo buscar todos los archivos y carpetas existentes en cada máquina.
Sus incursiones fueron descubiertas en marzo de 2002, cuando funcionarios de una de las entidades intervenidas se dieron cuenta de que el cursor de una de las computadoras se movía solo.
Originalmente fue seguido y arrestado bajo la “ley de uso indebido de computadores” por la unidad de delitos tecnológicos británica y más tarde inculpado por el gobierno de los Estados Unidos.
Permaneció en libertad condicional, y durante ese periodo debía presentarse en las oficinas policiales cada tarde y estar en casa cada noche, además se le prohibió el uso de una computadora con acceso a internet.
Tras su arresto, fue objeto de una disputa legal prolongada y divisiva acerca de su extradición a los Estados Unidos, donde los fiscales querían que fuera juzgado por la brecha de datos. Si hubiera sido declarado culpable, probablemente habría enfrentado de 60, hasta 70 años tras las rejas.
Sin embargo, en 2012, la ministra del Interior del Reino Unido Theresa May, dijo que no sería enviado a los Estados Unidos, justificando esta decisión con base en los derechos humanos.
En ese entonces, May dijo: “El señor McKinnon está acusado de delitos graves; pero tampoco hay duda de que está gravemente enfermo, tiene síndrome de asperger, y sufre de depresión. La cuestión jurídica ante mí ahora es, si el alcance de esa enfermedad es suficiente para impedir la extradición”.
Ella concluyó: “Después de una cuidadosa consideración de todo el material relevante, he llegado a la conclusión de que la extradición del señor McKinnon daría lugar a un riesgo tan alto de que termine su vida que la decisión de extraditar, sería incompatible con los derechos humanos del señor McKinnon”.
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